El ritmo de vida desenfrenado, la
inestabilidad, las vueltas de la vida, o llámalo como quieras,
reflejan en la sociedad actual una creciente maternidad tardía,
mujeres que aún deseamos ser madres o que nos disponemos a querer
serlo, a partir de los cuarenta...pero, y ¿que pasa si tomamos ésta
decisión?
Se dice por ahí que los cuarenta son
los nuevos treinta, (o al menos eso es lo que deseamos)...pero según
algunos ginecólogos, muchos disienten sobre ésto, ya que dicen que
aunque te parezcas una treintañera, tú útero no dice lo mismo. Si
bien, hay que tener en cuenta, que una mujer joven con alguna
patología y malos hábitos, tiene menos posibilidades de llevar un
embarazo a buen término que una mujer de cuarenta, sana y con
hábitos saludables.
El mayor riesgo sin duda, es la
infertilidad, ya que el reloj biológico femenino se hace más lento
a partir de los 30, por ello, una de la soluciones para eso, es
recurrir por ejemplo a la reproducción asistida, exámenes
preventivos, etc, entre otros..
Pero está claro que si lo deseamos de
todo corazón, no tenemos que abandonar nuestra ilusión, con ganas,
actitudes saludables y mentalidad positiva, seguro que lograremos la
maravillosa y extraordinaria tarea, de ser madres.
Imagen: bellezapura.com
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Las Penélopes