En los últimos años, se
ha producido una expansión del yoga hacia los más peques. Por suerte ya nos
hemos dado cuenta de los grandes beneficios que este aporta.
Creado hace mas de 3000 años el Yoga es la base de muchas formas y metodologías de actividad
física que en la actualidad y con nombres más occidentales encontramos en distintos gimnasios.
Si para los mayores el
Yoga es estirar, fortalecer, reconocimiento del cuerpo, respirar, relax mental
y corporal y para muchos una apertura de conciencia, imaginar si todo eso se
logra desde pequeños.
Aprovechar la imaginación
y la creatividad de los niños para que puedan aplicarla tanto en el colegio
como en su día a día.
Los niños son pequeños
diamantes a los cuales padres y maestros deben saber tallar, para que en su
crecimiento logren aprender discernir, opinar, jugar, adaptarse a la sociedad,
fomentar el compañerismo y la ayuda.
El Yoga les despierta aun
más la creatividad a través de asanas o posturas combinadas con el juego,
reconocen el cuerpo junto a su
crecimiento. Desarrollan confianza y concentración, dominan el carácter y la
calma.
Corrigen su postura
trabajando la espalda y distintas partes del cuerpo
Calman la ansiedad
producidas por exámenes y les ayuda a estudiar mejor teniendo la mente más
clara.
Las clases para niños van
desde los 3 o 4 años de edad, hasta 12 o
13 años donde en este nivel ya pueden incorporarse en clase de adultos.